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Teshuva | תשובה

Teshuvá a menudo se traduce como arrepentimiento o retorno.
Cuando reflexionamos sobre el significado de este concepto, podríamos preguntarnos: ¿Cuál es la verdadera esencia de retornar? ¿Qué o quién forma el núcleo de este retorno? ¿Cómo se emprende y navega este profundo viaje?

Teshuvá se erige como un llamado que invita a realinear nuestra existencia, a instigar una metamorfosis trascendental y consecuente en nuestras vidas. Trasciende el mero acto de expresar arrepentimiento o buscar perdón por nuestras transgresiones. Más bien, fomenta un viaje profundamente personal y espiritual que facilita nuestro regreso al núcleo fundamental de nuestro ser, nuestra esencia sin diluir, nuestro yo más auténtico.

En este contexto, el concepto de retorno implica la admisión de nuestros errores y el subsiguiente reconocimiento de nuestra necesidad de cambio. Encapsula el acto de asumir responsabilidad por nuestras acciones y la dedicación hacia la mejora personal. Tal proceso no es elemental, y requiere introspección, honestidad con uno mismo y el valor para confrontar nuestras fallas y vulnerabilidades.

El camino hacia Teshuvá, al igual que cualquier expedición de crecimiento espiritual y personal, se desarrolla en varias fases distintas:

1. **Reconocimiento del Error**: El primer paso en el camino hacia Teshuvá es la realización de que hemos errado. Esta etapa pivotal demanda una introspección sin vacilaciones y la audacia para confesar nuestras fallas. Intentos de negar o minimizar nuestros errores solo servirán para alejarnos de la perspectiva de transformación y crecimiento personal.

2. **Remordimiento**: Subsecuente al reconocimiento de nuestros errores, estamos compelidos a experimentar un remordimiento auténtico. Es importante notar que este no debe ser un remordimiento debilitante, que nos sumerja en la autodepreciación, sino más bien un remordimiento constructivo. Un remordimiento que despierte en nosotros la motivación para evolucionar y mejorarnos.

3. **Desistimiento**: Esta etapa comprende la decisión resuelta de abstenerse de repetir el error. Simplemente lamentar nuestras acciones es insuficiente; también debemos implementar medidas para evitar su recurrencia en el futuro.

4. **Confesión**: Articular nuestro error y nuestro compromiso con el cambio puede ser un catalizador potente para la transformación personal. Este acto de confesión puede ocurrir en privado, entre uno mismo y Dios, o en un entorno más comunitario si la transgresión ha afectado a otros.

5. **Restitución**: Si nuestro error ha infligido daño a otros, se hace necesario buscar medios para remediar ese daño. Esto podría manifestarse a través de una disculpa sincera, reparaciones financieras o una combinación de ambas. Este es un paso indispensable en el camino hacia Teshuvá, ya que reconoce las ramificaciones de nuestras acciones en otros y demuestra nuestra determinación para enmendar nuestros errores.

6. **Cambio**: Finalmente, el camino de Teshuvá culmina en una modificación tangible de nuestras acciones y comportamientos. Este cambio debe ser firme y duradero, demostrando que hemos asimilado las lecciones de nuestros errores y estamos comprometidos con la superación personal.

El término teshuvá puede descomponerse como teshuv hei (תשוב ה), significando un retorno a Hei, la Hei de Biná en el nombre divino YHVH. Biná es la dimensión espiritual donde se observa el Shabat, uno se somete a la purificación ritual del mikve, y significa el mundo venidero.

Al decidir conscientemente arrepentirse o comprometerse con teshuvá, uno armoniza las dinámicas del sistema espiritual. Al guiar a otros hacia teshuvá, lo que incluye impartir el conocimiento de la Kabalá y los secretos celestiales, uno asciende al nivel espiritual de Tiferet, el yo más íntimo epitomizado por el nombre YHVH.

Hay momentos en que el viaje hacia teshuvá puede estar marcado por pruebas y tribulaciones, ya que uno anhela acercarse a la presencia divina. Este camino podría estar sembrado de obstáculos y experiencias adversas. Sin embargo, estas experiencias son integrales para romper las qlifot, purificarnos y posteriormente facilitar el surgimiento del bien desde el mal, y la luz desde la oscuridad.

Teshuvá nace inherentemente de la impureza, ya que es solo cuando uno reconoce sus impurezas que puede genuinamente arrepentirse y limpiarse de ellas. Consecuentemente, la iluminación espiritual que irradia de alguien que ha transitado desde un estado de oscuridad hacia la teshuvá es inmensamente más potente que la luz que emana de un individuo que ha llevado una vida de rectitud y pureza. Ambas luces poseen su poder único, pero la luz que se enciende en el momento del arrepentimiento brilla con un brillo excepcional. Este concepto está encapsulado en la tradición de estudiar desde el anochecer hasta el amanecer, simbolizando el surgimiento de la luz desde el abismo de la oscuridad.

Al entender las dinámicas del sistema de creación cósmica, debemos reconocer que no puede ser engañado; por lo tanto, el acto de teshuvá debe ser sincero y profundo, no superficial. Debe manifestarse como un sentimiento profundamente sentido en todos los niveles, tanto consciente como inconsciente, de un deseo de auto-mejora y transformación, una profunda reformulación de nuestro propio ser. Teshuvá posee el poder excepcional de absolver cualquier transgresión o error cometido en el pasado.

Dios no nos exige ser impecables, pero sí espera que reconozcamos y rectifiquemos nuestros errores. Es esencial admitir honestamente nuestros errores, sin sucumbir al engaño del ego que podría intentar minimizar nuestras malas acciones con afirmaciones como "no fue tan malo" o "no hice tanto daño". El perdón divino siempre está a nuestro alcance, pero primero debemos confesar nuestro error y fomentar un deseo inquebrantable de mejorar con cada fibra de nuestro ser.

Teshuva is often translated as repentance or return. When we ponder over the significance of this concept, we might ask ourselves: What is the true essence of returning? What or who forms the crux of this return? How does one embark upon and navigate this profound journey?

Teshuva stands as a beckoning call to realign our existence, to instigate a momentous, consequential metamorphosis within our lives. It transcends the mere act of expressing regret or seeking forgiveness for our transgressions. Rather, it fosters a deeply personal and spiritual voyage that facilitates our return to the fundamental core of our being, our undiluted essence, our most authentic self.

In this context, the concept of returning implicates the admission of our errors and the subsequent recognition of our need for change. It encapsulates the act of assuming responsibility for our actions and the dedication towards personal improvement. Such a process is not elementary, and it necessitates introspection, honesty with oneself, and the bravery to confront our failures and vulnerabilities.

The journey to Teshuva, much like any expedition of spiritual and personal growth, unfolds in several distinct phases:

1. Acknowledgment of the Error: The initial stepping stone on the path to Teshuva is the realization that we have erred. This pivotal stage demands unflinching introspection and the audacity to confess our failings. Attempts to deny or downplay our errors will only serve to distance us from the prospect of transformation and personal growth.

2. Remorse: Subsequent to the recognition of our mistakes, we are compelled to experience authentic remorse. It is important to note that this should not be a debilitating form of regret, one that spirals us into self-deprecation, but rather a constructive remorse. A remorse that stirs within us the motivation to evolve and enhance ourselves.

3. Desistance: This stage comprises the resolute decision to refrain from repeating the error. Merely regretting our actions is insufficient, we must also enforce measures to avoid their recurrence in the future.

4. Confession: Articulating our error and our commitment to change can be a potent catalyst for personal transformation. This act of confession can transpire privately, between oneself and God, or within a more communal setting should the transgression have affected others.

5. Restitution: If our mistake has inflicted harm upon others, it becomes necessary to seek means of remedying that damage. This could manifest through a heartfelt apology, financial reparations, or a combination of both. This is an indispensable stride on the journey to Teshuva, as it acknowledges the ramifications of our actions on others and exhibits our determination to redress our mistakes.

6. Change: Finally, the path of Teshuva culminates in a tangible modification of our actions and behaviors. This change must be steadfast and enduring, demonstrating that we have assimilated the lessons from our mistakes and are committed to personal betterment.

The term teshuva can be deconstructed as teshuv hei (תשוב ה), signifying a return to Hei, the Hei of Binah in the divine name YHVH. Binah is the spiritual dimension wherein the Sabbath is observed, one undergoes the ritual purification of mikveh, and it signifies the world to come.

By consciously deciding to repent or commit to teshuva, one harmonizes the dynamics of the spiritual system. Upon guiding others towards teshuva, which includes imparting the knowledge of Qabalah and celestial secrets, one ascends to the spiritual level of Tiferet, the innermost self epitomized by the name YHVH.

There are times when the journey towards teshuva can be marked by trials and tribulations, as one yearns to draw closer to the divine presence. This path might be strewn with obstacles and adverse experiences. However, these experiences are integral to shattering the qliphot, purifying us, and subsequently facilitating the emergence of goodness from evil, and light from darkness.

Teshuva is inherently born out of impurity, for it is only when one acknowledges their impurities that they can genuinely repent and cleanse themselves of these impurities. Consequently, the spiritual illumination radiating from someone who has transitioned from a state of darkness to making teshuva is immensely more potent than the light emanating from an individual who has led a life of righteousness and purity. Both lights bear their unique power, but the light sparked at the moment of repentance shines with exceptional brilliance. This concept is encapsulated in the tradition of studying from dusk till dawn, symbolizing the emergence of light from the abyss of darkness.

In understanding the dynamics of the cosmic creation system, we must acknowledge that it cannot be deceived; thus, the act of teshuva must be sincere and profound, not superficial. It must manifest as a deeply felt sentiment across all levels, both conscious and unconscious, of a desire for self-enhancement and transformation, a profound reformulation of our very being. Teshuva holds the exceptional power to absolve any transgression or mistake committed in the past.

God does not demand us to be flawless, but He does expect us to recognize and rectify our errors. It is essential to honestly admit our mistakes, without succumbing to the deceit of the ego that might try to downplay our wrongdoings with statements like "it wasn't that bad" or "I didn't do that much damage". Divine forgiveness is always within our grasp, but first, we must confess our error and foster an unwavering desire to improve with every fiber of our being.

テシュヴァはしばしば悔悟や帰還と訳される。
この概念の意味を考えるとき、私たちは自問するかもしれない:帰ることの真の本質は何か? この帰還の核心を形成するものは何か、または誰か? どのようにしてこの深遠な旅を始め、進むのか?

テシュヴァは私たちの存在を再調整し、人生における重大で結果的な変容を引き起こす招待として立つ。それは単に後悔を表明したり、過ちの許しを求める行為を超越する。むしろ、それは私たちの存在の基本的な核、純粋な本質、最も真実の自己に戻ることを促進する、深く個人的で霊的な旅を育む。

この文脈では、帰還の概念は私たちの誤りの認識と、変化の必要性の認識を含意する。それは私たちの行動に責任を負い、個人的な改善への献身を包含する。このようなプロセスは簡単ではなく、内省、自分自身への正直さ、そして失敗や脆弱性に立ち向かう勇気を必要とする。

テシュヴァへの旅は、あらゆる霊的・個人的成長の探求と同様に、いくつかの明確な段階で展開する:

1. **誤りの認識**:テシュヴァへの道の最初の一歩は、私たちが誤ったことを認識すること。この重要な段階は、揺るぎない内省と自分の失敗を告白する大胆さを要求する。誤りを否定したり軽視しようとする試みは、変容と個人的成長の可能性から私たちを遠ざけるだけである。

2. **後悔**:誤りを認識した後、私たちは真の後悔を経験するよう促される。これは自己卑下に陥るような衰弱させる後悔ではなく、建設的な後悔であることが重要である。私たちの中に進化し自分を高める動機を呼び起こす後悔。

3. **中止**:この段階は、誤りを繰り返さないという確固たる決意を含む。単に行動を後悔するだけでは不十分であり、将来の再発を避けるための対策も講じなければならない。

4. **告白**:自分の誤りと変化へのコミットメントを言葉にすることは、個人的な変容の強力な触媒となりうる。この告白の行為は、個人的に、自分と神の間で、あるいは過ちが他者に影響を及ぼした場合はより共同的な場で起こりうる。

5. **補償**:もし私たちの誤りが他者に害を及ぼした場合、その損害を修復する手段を求めることが必要となる。これは心からの謝罪、金銭的な償い、またはその両方の組み合わせで現れるかもしれない。これはテシュヴァへの旅の不可欠な一歩であり、私たちの行動が他者に及ぼす影響を認識し、誤りを正す決意を示す。

6. **変化**:最後に、テシュヴァの道は私たちの行動と振る舞いの具体的な修正に結実する。この変化は堅固で持続的でなければならず、私たちが誤りからの教訓を学び、自己改善にコミットしていることを示す。

テシュヴァという用語は、テシュヴ ヘイ(תשוב ה)として分解でき、ヘイへの帰還、神聖な名ヤハウェのビナーのヘイを意味する。ビナーはシャバットが守られ、ミクヴェの儀式的浄化を受け、来たるべき世界を意味する霊的次元である。

意識的に悔い改めること、またはテシュヴァを行うことを決意することで、人は霊的システムのダイナミクスを調和させる。カバラや天の秘密の知識を伝えることを含む他者をテシュヴァへと導くことで、人はティフェレト、ヤハウェの名で象徴される内なる自己の霊的レベルに昇る。

テシュヴァへの旅が試練や苦難に彩られることもある。神の存在に近づきたいと願うとき、この道は障害や不利な経験で散りばめられているかもしれない。しかし、これらの経験はクリフォトを打ち砕き、私たちを浄化し、その後悪から善を、闇から光を生み出すのを促進するために不可欠である。

テシュヴァは本質的に不純から生まれる。自分の不純を認めて初めて、真に悔い改め、それらの不純を清めることができるからである。したがって、闇の状態からテシュヴァを行うようになった人から放たれる霊的な光は、正義と純粋さの人生を送ってきた個人から放たれる光よりもはるかに強力である。両方の光は独自の力を持つが、悔い改めの瞬間に点火された光は特別な輝きで輝く。この概念は夕暮れから夜明けまで勉強する伝統に含まれ、闇の深淵から光が生まれることを象徴している。

宇宙創造システムのダイナミクスを理解するにあたり、それは欺くことができないことを認めなければならない。したがって、テシュヴァの行為は誠実で深遠でなければならず、表面的であってはならない。それは意識的・無意識的の両方のレベルで、自己改善と変容への深く感じられた感情として現れなければならず、私たちの存在そのものの深遠な再構成である。テシュヴァは過去に犯したいかなる違反や誤りをも赦す特別な力を持つ。

神は私たちに完璧であることを要求しないが、私たちが自分の誤りを認識し修正することを期待する。私たちの誤りを正直に認めることが不可欠であり、「それほど悪くなかった」や「それほど損害を与えなかった」といったエゴの欺瞞に屈して過ちを軽視してはならない。神の許しは常に私たちの手の届くところにあるが、まず私たちは自分の誤りを告白し、全身全霊で改善したいという揺るぎない願望を育む必要がある。

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