Desde el reino de Atsilut hasta nuestra existencia terrenal, las diez sefirot se revelan como la estructura fundamental de la realidad. Estas sefirot son canales de energía divina, cada una con su propia cualidad y función única, trabajando juntas para mantener el equilibrio y la armonía del cosmos.

Cada sefirah es más que un concepto abstracto; encarna una dualidad fascinante. Por un lado, cada sefirah tiene un papel funcional específico en el proceso de la Creación, que podemos llamar su dimensión externa. Por ejemplo, Jojmá representa la sabiduría divina, Biná es entendimiento, y Kéter simboliza la corona, el punto más alto del pensamiento divino. Estas funciones externas son esenciales para la manifestación del universo tal como lo conocemos.

Por otro lado, como una llama que arde dentro de nosotros, cada sefirah contiene una fuerza motivadora oculta, su dimensión interna, que inspira su actividad. Esta dimensión interna es la esencia espiritual que anima a cada sefirah y la conecta con la fuente divina de todas las cosas. La dimensión interna de Jojmá, por ejemplo, no es solo sabiduría en un sentido abstracto, sino la chispa inicial de inspiración divina, el primer destello de iluminación que da lugar a la creación.

El verdadero misterio radica en esto: la dimensión interna de las sefirot se revela completamente solo dentro del contexto del alma humana. Dado que nuestra alma proviene directamente de lo divino, es dentro de ella que podemos apreciar la esencia y el poder de las sefirot más profundamente. El alma humana es un microcosmos del universo, reflejando en su estructura y función las mismas fuerzas y dinámicas que operan en las sefirot.

Al analizar las propiedades esenciales y los poderes de nuestra alma, podemos profundizar en la comprensión de la misma existencia de Dios, que permanece inescrutable y misteriosa. La sabiduría de la Kabalá nos enseña que cada uno de nosotros contiene dentro una chispa divina, un reflejo de las sefirot, y a través de la introspección y la meditación, podemos acceder a esta realidad más profunda.

A través de esta introspección y comprensión más profunda, podemos acercarnos al conocimiento de la naturaleza divina que subyace en cada aspecto de nuestra existencia y del universo. Al meditar en las sefirot y sus significados internos, no solo expandimos nuestra comprensión intelectual sino que también despertamos nuestra conexión espiritual con lo divino. Este proceso nos permite experimentar de primera mano la presencia de Dios en nuestras vidas y en el mundo que nos rodea.

El estudio y la práctica de la Kabalá no son meros ejercicios académicos o filosóficos; son caminos hacia la transformación espiritual y la unión con lo divino. Al explorar las profundidades de las sefirot y nuestra propia alma, descubrimos que somos parte de un gran todo, una red interconectada de energía y conciencia divina. Este conocimiento nos empodera para vivir de manera más consciente y armoniosa, alineados con las fuerzas espirituales que sostienen el universo.

Así, la Kabalá no solo nos ofrece una comprensión teórica de la creación y las sefirot, sino que también proporciona herramientas prácticas para integrar este conocimiento en nuestra vida diaria. A través de la meditación, la oración y la acción consciente, podemos transformar nuestra percepción y nuestra realidad, acercándonos cada vez más a la plena realización de nuestra naturaleza divina y nuestro propósito en el gran esquema de la creación.

En el corazón de esta introspección se encuentran los "Kojot hanéfesh" (כוחות הנפש), o los "Poderes del Alma", que representan los aspectos innatos dentro de nuestra alma en el pensamiento jasídico. Estas cualidades del alma están profundamente ligadas con las sefirot, reflejando la estructura divina en nuestra psicología interna. El pensamiento jasídico busca internalizar los aspectos psicológicos de la Kabalá, convirtiendo enseñanzas abstractas en una experiencia vivida y transformadora.

Al adentrarnos en los "Kojot hanéfesh", entendemos que las sefirot no solo representan atributos divinos abstractos sino que también son manifestaciones de las cualidades internas del alma humana. Esta integración de lo divino y lo humano permite una conexión más íntima y directa con la espiritualidad, transformando nuestra percepción y experiencia del mundo en una expresión viva de sabiduría y amor divinos.

From the realm of Atziluth to our earthly existence, the ten sefirot reveal themselves as the fundamental structure of reality. These sefirot are channels of divine energy, each with its own unique quality and function, working together to maintain the balance and harmony of the cosmos.

Each sefirah is more than an abstract concept; it embodies a fascinating duality. On one hand, each sefirah has a specific functional role in the process of Creation, which we can call its external dimension. For instance, Chokhmah represents divine wisdom, Binah is understanding, and Keter symbolizes the crown, the highest point of divine thought. These external functions are essential for the manifestation of the universe as we know it.

On the other hand, like a flame burning within us, each sefirah contains a hidden motivating force, its internal dimension, that inspires its activity. This internal dimension is the spiritual essence that animates each sefirah and connects it to the divine source of all things. The internal dimension of Chokhmah, for example, is not just wisdom in an abstract sense, but the initial spark of divine inspiration, the first flash of illumination that gives rise to creation.

The true mystery lies in this: the internal dimension of the sefirot is fully revealed only within the context of the human soul. Since our soul comes directly from the divine, it is within it that we can appreciate the essence and power of the sefirot more deeply. The human soul is a microcosm of the universe, reflecting in its structure and function the same forces and dynamics that operate in the sefirot.

By analyzing the essential properties and powers of our soul, we can delve into understanding the very existence of G-d, which remains inscrutable and mysterious. The wisdom of Qabalah teaches us that each of us contains within a divine spark, a reflection of the sefirot, and through introspection and meditation, we can access this deeper reality.

Through this deeper introspection and understanding, we can approach the knowledge of the divine nature underlying every aspect of our existence and the universe. By meditating on the sefirot and their internal meanings, we not only expand our intellectual understanding but also awaken our spiritual connection with the divine. This process allows us to experience firsthand the presence of G-d in our lives and in the world around us.

The study and practice of Qabalah are not mere academic or philosophical exercises; they are paths toward spiritual transformation and union with the divine. By exploring the depths of the sefirot and our own soul, we discover that we are part of a great whole, an interconnected network of divine energy and consciousness. This knowledge empowers us to live more consciously and harmoniously, aligned with the spiritual forces that sustain the universe.

Thus, Qabalah not only offers us a theoretical understanding of creation and the sefirot but also provides practical tools to integrate this knowledge into our daily lives. Through meditation, prayer, and conscious action, we can transform our perception and our reality, drawing ever closer to the full realization of our divine nature and our purpose in the grand scheme of creation.

At the heart of this introspection lie the "Kochot hanefesh" (כוחות הנפש), or the "Powers of the Soul," which represent the innate aspects within our soul in Hasidic thought. These qualities of the soul are deeply linked with the sefirot, reflecting the divine structure in our internal psychology. Hasidic thought seeks to internalize the psychological aspects of Qabalah, making abstract teachings a lived and transformative experience.

By delving into the "Kochot hanefesh," we understand that the sefirot not only represent abstract divine attributes but are also manifestations of the inner qualities of the human soul. This integration of the divine and the human allows for a more intimate and direct connection with spirituality, transforming our perception and experience of the world into a living expression of divine wisdom and love.

アツィルトの領域から私たちの地上の存在まで、十のセフィロトは現実の基本構造として自らを現します。これらのセフィロトは神聖なエネルギーのチャネルであり、それぞれが独自の品質と機能を持ち、宇宙のバランスと調和を維持するために協力しています。

各セフィラは抽象的な概念以上のものであり、興味深い二重性を体現しています。一方で、各セフィラは創造のプロセスにおいて特定の機能的役割を持っており、これをその外的次元と呼ぶことができます。例えば、ホクマーは神の知恵を表し、ビナーは理解、ケテルは冠、すなわち神の思考の最高点を象徴します。これらの外的な機能は、私たちが知る宇宙の顕現にとって不可欠です。

他方で、私たちの内に燃える炎のように、各セフィラはその活動を促す隠れた動機付けの力、すなわち内的次元を含んでいます。この内的次元は、各セフィラに生命を与え、万物の神聖な源にそれを結びつける霊的な本質です。例えば、ホクマーの内的次元は、単なる抽象的な意味での知恵ではなく、創造を生み出す神のインスピレーションの最初の火花、最初の閃光です。

真の神秘はここにあります。セフィロトの内的次元は、人間の魂の文脈においてのみ完全に明らかにされます。私たちの魂は直接神から来ているため、その中でセフィロトの本質と力をより深く理解することができます。人間の魂は宇宙の小宇宙であり、その構造と機能において、セフィロトで作用するのと同じ力とダイナミクスを反映しています。

私たちの魂の本質的な特性と力を分析することで、不可解で神秘的なままである神の存在そのものを理解することに深く入ることができます。カバラの知恵は、私たち一人一人がセフィロトの反映である神聖な火花を内に含んでおり、内省と瞑想を通じてこのより深い現実にアクセスできることを教えています。

この深い内省と理解を通じて、私たちの存在と宇宙のあらゆる側面の根底にある神聖な性質の知識に近づくことができます。セフィロトとその内的な意味について瞑想することで、私たちは知的理解を広げるだけでなく、神との霊的なつながりも目覚めさせます。このプロセスは、私たちの生活と周囲の世界において、神の存在を直接体験することを可能にします。

カバラの学習と実践は、単なる学問的または哲学的な演習ではなく、霊的な変容と神との合一への道です。セフィロトと自分自身の魂の深部を探求することで、私たちは偉大な全体、すなわち神聖なエネルギーと意識の相互接続されたネットワークの一部であることを発見します。この知識は、宇宙を支える霊的な力と調和して、より意識的かつ調和的に生きる力を与えてくれます。

したがって、カバラは私たちに創造とセフィロトの理論的な理解を提供するだけでなく、この知識を日常生活に統合するための実践的なツールも提供します。瞑想、祈り、意識的な行動を通じて、私たちは自分の認識と現実を変革し、創造の大いなる計画における自分たちの神聖な本質と目的の完全な実現にますます近づくことができます。

この内省の中心にあるのが「コホットハネフェシュ」（כוחות הנפש）、すなわち「魂の力」であり、ハシディズムの思想における私たちの魂の内在的な側面を表しています。魂のこれらの特質はセフィロトと深く結びついており、私たちの内的な心理における神聖な構造を反映しています。ハシディズムの思想は、カバラの心理学的側面を内在化し、抽象的な教えを生きた変革的な経験にしようとします。

「コホットハネフェシュ」を深く掘り下げることで、セフィロトが単なる抽象的な神の属性を表すだけでなく、人間の魂の内的な特質の現れでもあることを理解します。この神聖なものと人間の統合は、霊性とのより親密で直接的なつながりを可能にし、私たちの世界の認識と経験を神の知恵と愛の生きた表現へと変革します。