El término Kelím se traduce como vasos o contenedores. Sin embargo, es crucial aclarar que estos vasos trascienden la comprensión mundana de tales objetos. Los Kelím no son entidades físicas, sino construcciones metafísicas; son estructuras conceptuales y espirituales, marcos que dan forma a la realidad y al conocimiento.

El propósito fundamental de los Kelím es contener, manifestar y dirigir la energía divina, conocida como Ohr, que brota incesantemente de Ein Sof. De hecho, sin los Kelím, esta luz divina, siendo infinita e ilimitada, se dispersaría en todas las direcciones sin ningún patrón o propósito definible. Aquí radica la importancia esencial de los Kelím: ofrecen un vehículo para la creación, una forma de canalizar la energía divina y darle forma, permitiendo así la existencia y manifestación de la realidad.

Aunque los Kelím contienen y dan forma a la luz de Ein Sof, ellos mismos también son una manifestación de la divinidad. No son entidades separadas de Ein Sof, sino herramientas creadas por el mismo Ein Sof para facilitar el proceso de creación. A través de los Kelím, Ein Sof se involucra en un acto de autorreflexión, permitiéndose explorar las innumerables posibilidades de su propia existencia.

En la danza cósmica de la creación, los Kelím desempeñan un papel tan vital como la misma luz que contienen. Al contener y dar forma a la energía de Ein Sof, se convierten en la arquitectura de la existencia, tallando espacio, tiempo y realidad desde la nada, permitiendo que la luz de Ein Sof se manifieste en una multitud de formas, dando así origen al cosmos tal como lo conocemos.

- Kelí Tohu, su nombre, derivado del término hebreo para caos, es un reflejo directo del momento y las circunstancias de su aparición. Esta era, conocida como Tohu, es una de las primeras etapas en la secuencia evolutiva de la creación, un período donde todo aún era incipiente y tumultuoso, similar a un lienzo en blanco esperando el primer trazo del artista.

Estos Kelím iniciales, o vasos, surgieron con un propósito esencial: albergar la intensa Luz emitida por Ein Sof. Sin embargo, a pesar de la nobleza de su misión, Kelí Tohu estaba en una fase temprana de su desarrollo, sin haber alcanzado aún la resistencia y madurez necesarias para cumplir esta misión.

El resultado fue un evento dramático y trascendental que dejó una marca indeleble en el universo: Shevirat HaKelím. En este evento catastrófico, los Kelím de Tohu no lograron contener la inmensa energía de la Luz de Ein Sof y, como una copa que se desborda cuando se le vierte más líquido del que puede contener, estos vasos se rompieron.

Esta ruptura fue mucho más que un mero fallo físico. Fue una quiebra en el tejido de la existencia, una fractura en la armonía del cosmos que tuvo consecuencias duraderas y profundas. Las chispas divinas de Luz, que habían estado contenidas en los vasos, se dispersaron en todas las direcciones, terminando esparcidas por todos los rincones del universo.

Estas chispas divinas, fragmentos de la luz infinita de Ein Sof, se perdieron en la vastedad del cosmos, ocultas en los lugares más oscuros. Y aunque su luz pueda parecer atenuada, no deben ser subestimadas, pues cada una de estas chispas lleva dentro de sí el potencial de la divinidad, la posibilidad de conexión con lo infinito. Son estos fragmentos de divinidad los que, a través de un largo y laborioso proceso de restauración y corrección conocido como Tikún, eventualmente serán reunidos y reintegrados, completando así el gran mosaico de la creación.

- Kelí Kedushá, o vasos de santidad, emergen como una respuesta y un antídoto al cataclismo previo provocado por los Kelím de Tohu. Con la experiencia de la ruptura aún fresca en la memoria cósmica, el proceso de creación avanza, aprendiendo y adaptándose de los errores pasados. En esta fase, la naturaleza misma de los Kelím sufre una transformación radical, dando lugar a nuevos y mejorados vasos, cuyo propósito es manejar la poderosa Luz divina de una manera más efectiva y segura.

Kelí Kedushá representan una nueva era en la evolución de la creación, un período de mayor madurez y sofisticación en el manejo de la divinidad. Son vasos refinados, más resistentes y flexibles que sus predecesores, capaces de contener la intensa energía de la Luz sin romperse. Se convierten en hogares para la santidad, lugares seguros y duraderos donde la luz divina puede residir y brillar en todo su esplendor.

Pero estos vasos no son meramente contenedores pasivos. Son participantes activos en el acto de la creación, facilitando no solo la preservación de la santidad sino también su proliferación. Absorben la luz divina, la transforman y la emanan al Mundo, actuando como faros de santidad en el universo.

La labor de los Kelím Kedushá es fundamental para la estructura de la existencia. Son los catalizadores y mediadores entre Ein Sof y la realidad finita. Traducen la luz divina infinita en términos comprensibles y manejables para la creación, permitiendo que la santidad se expanda en todos los niveles de la realidad.

Estos Kelím dan forma al espacio sagrado, lo infunden de santidad y lo moldean a través de sus propias estructuras y capacidades. Cada uno de ellos, en su propio lugar y a su manera, contribuye a la construcción de una morada para la divinidad, un santuario sagrado en medio del vasto y variado cosmos.

Así, la función del Kelí Kedushá es doble: por un lado, sirven como protectores de la luz divina, salvaguardando su pureza y evitando su disipación. Por otro lado, actúan como facilitadores de la santidad, trabajando incansablemente para hacer realidad la visión divina de un Mundo impregnado de santidad. Son los guardianes y arquitectos de la santidad en la creación.

- Kelí Tikún, o vaso de reparación. A medida que el universo progresa, se pone en marcha una operación cósmica de recolección y reintegración, una especie de misión de rescate divina en la que las chispas divinas que se habían dispersado tras la ruptura de los vasos de Tohu son recogidas y cuidadosamente restauradas. Pero la restauración no implica simplemente un retorno al estado anterior, sino la formación de una nueva realidad, más fuerte y resistente: los vasos de Tikún.

En su construcción y funcionamiento, los vasos de Tikún reflejan una comprensión más profunda y matizada de la naturaleza de la Luz divina y cómo interactúa con los vasos. Han sido creados para ser más flexibles y robustos, capaces de acomodar y canalizar la energía divina sin ser abrumados por su intensidad.

Pero los vasos de Tikún no son solo una mejora de sus predecesores. Representan un nuevo paradigma en la relación entre la luz y los vasos. Mientras que en la fase de Tohu, la luz y los vasos operaban de manera desordenada, llevando a la ruptura, en la fase de Tikún se logra una cooperación armoniosa entre ellos. Los vasos de Tikún han aprendido a adaptarse a la luz, a moderar su capacidad de contención para ajustarse a la intensidad de la Luz divina y a canalizarla eficientemente para evitar el desbordamiento.

En este sentido, los vasos de Tikún son una manifestación de la adaptabilidad de la creación. Testifican que la creación no es un proceso estático, sino un viaje de aprendizaje constante, un equilibrio perpetuo entre dar y recibir, contener y liberar. Los vasos de Tikún son, en resumen, los vasos de la sabiduría, formados por las cicatrices del pasado y fortalecidos por la promesa del futuro.

- Kelí Klifá, o vasos de impureza, como se les llama, juegan un papel intrigante y crucial en la cosmogonía cabalística. Aunque podrían ser considerados los parias en esta narrativa divina, su función es tan vital como la de sus contrapartes más sagradas.

El Kelí Klifá no es simplemente un vaso de impureza; es el espejo oscuro de la creación que refleja los aspectos de la existencia que se han desviado de la divinidad y la santidad. Estos vasos representan los dominios y dimensiones donde la Luz divina se percibe de manera más distorsionada, espacios que desafían la armonía sagrada del cosmos. En estos reinos, la divinidad parece estar velada, oscurecida por capas de impureza y desorden.

Sin embargo, más allá de su apariencia y naturaleza desalentadora, estos vasos cumplen una función trascendental en el gran esquema del cosmos. Por paradójico que parezca, los vasos de Klifá son vitales para la comprensión y apreciación de la santidad. Proporcionan el contraste necesario, la oscuridad contra la cual la luz puede brillar con más intensidad. Es en la presencia de lo profano que lo sagrado puede ser plenamente reconocido y valorado.

Además, los vasos de Klifá sirven como poderosos y necesarios recordatorios de la dualidad inherente en la existencia, la tensión dinámica entre santidad e impureza, entre luz y oscuridad. A pesar de su naturaleza impura, estos vasos son, a su manera, instrumentos de la divinidad, utilizados para enseñar, probar y, en última instancia, elevar la creación hacia su perfección.

Los vasos de Klifá subrayan un principio fundamental de la Cabalá: que la Luz divina está presente en todas partes, incluso en los lugares más oscuros y lejanos. Aunque estos vasos parecen estar lejos de la santidad, no están completamente privados de la Luz divina. Dentro de ellos, por muy oscuro o profano que parezca, hay una chispa de divinidad, un destello de la Luz infinita de Ein Sof. Y es en el proceso de redención y elevación de estas chispas divinas, ocultas en los lugares más profundos de la impureza, donde se encuentra la verdadera tarea de la creación.

The term Kelim is translated as vessels or containers. However, it is crucial to clarify that these vessels transcend the worldly understanding of such objects. Kelim are not physical entities, but metaphysical constructs; they are conceptual and spiritual structures, frameworks that shape reality and knowledge.

The fundamental purpose of the Kelim is to contain, manifest, and direct the divine energy, known as Ohr, that ceaselessly springs from Ein Sof. In fact, without the Kelim, this divine light, being infinite and boundless, would scatter in all directions without any definable pattern or purpose. Here lies the essential importance of the Kelim: they offer a vehicle for creation, a way to channel the divine energy and give it form, thereby allowing for the existence and manifestation of reality.

Although the Kelim contain and shape the light of Ein Sof, they themselves are also a manifestation of divinity. They are not entities separate from Ein Sof, but tools created by Ein Sof itself to facilitate the creation process. Through the Kelim, Ein Sof engages itself in an act of self-reflection, allowing itself to explore the countless possibilities of its own existence.

In the cosmic dance of creation, the Kelim play a role as vital as the very light they contain. By containing and shaping the energy of Ein Sof, they become the architecture of existence, carving out space, time, and reality from nothingness, allowing the light of Ein Sof to manifest in a multitude of forms, thus giving rise to the cosmos as we know it.

- Keli Tohu, its name, derived from the Hebrew term for chaos, is a direct reflection of the moment and circumstances of its appearance. This era, known as Tohu, is one of the earliest stages in the evolutionary sequence of creation, a period where everything was still incipient and tumultuous, akin to a blank canvas waiting for the artist's first stroke.

These initial Kelim, or vessels, arose with an essential purpose: to house the intense Light emitted by Ein Sof. However, despite the nobility of its mission, Keli Tohu was in an early phase of its development, having not yet reached the necessary resistance and maturity to fulfill this mission.

The result was a dramatic and transcendental event that left an indelible mark on the universe: Shevirat haKelim. In this catastrophic event, the Kelim of Tohu failed to contain the immense energy of Ein Sof's Light and, like a cup that overflows when more liquid is poured into it than it can contain, these vessels broke.

This rupture was much more than a mere physical failure. It was a break in the fabric of existence, a fracture in the harmony of the cosmos that had lasting and profound consequences. The divine sparks of Light, which had been contained in the vessels, scattered in all directions, ending up scattered throughout the corners of the universe.

These divine sparks, fragments of the infinite light of Ein Sof, were lost in the vastness of the cosmos, hidden in the darkest places. And while their light may seem dimmed, they should not be underestimated, for each of these sparks carries within itself the potential of divinity, the possibility of connection with the infinite. It is these fragments of divinity that, through a long and laborious process of restoration and correction known as Tikun, will eventually be gathered and reintegrated, thus completing the great mosaic of creation.

- Keli Kedusha, or vessels of holiness, emerge as a response and an antidote to the previous cataclysm provoked by the Kelim of Tohu. With the experience of the rupture still fresh in cosmic memory, the creation process moves forward, learning from and adapting to past mistakes. In this phase, the very nature of the Kelim undergoes a radical transformation, giving rise to new and improved vessels, whose purpose is to handle the powerful divine Light in a more effective and safe manner.

Kli Kedusha represent a new era in the evolution of creation, a period of greater maturity and sophistication in the handling of divinity. They are refined vessels, more resistant and flexible than their predecessors, capable of containing the intense energy of the Light without breaking. They become homes for holiness, safe and enduring places where the divine light can reside and shine in all its splendor.

But these vessels are not merely passive containers. They are active participants in the act of creation, facilitating not only the preservation of holiness but also its proliferation. They absorb the divine light, transform it, and emanate it out into the World, acting as beacons of holiness in the universe.

The work of the Kedusha Kelim is fundamental to the structure of existence. They are the catalysts and mediators between Ein Sof and finite reality. They translate the infinite divine light into understandable and manageable terms for creation, allowing holiness to spread on all levels of reality.

These Kelim shape the sacred space, infuse it with holiness, and shape it through their own structures and capabilities. Each one of them, in its own place and in its own way, contributes to the construction of a dwelling for divinity, a sacred sanctuary amidst the vast and varied cosmos.

Thus, the function of the Keli Kedusha is twofold: on one hand, they serve as protectors of the divine light, safeguarding its purity and preventing its dissipation. On the other hand, they act as facilitators of holiness, working tirelessly to make the divine vision of a World imbued with holiness a reality. They are the guardians and architects of holiness in creation.

- Keli Tikun, or vessel of repair. As the universe progresses, a cosmic operation of collection and reintegration is set in motion, a kind of divine rescue mission in which the divine sparks that had scattered after the shattering of the vessels of Tohu are gathered and carefully restored. But restoration does not simply imply a return to the previous state, but the formation of a new, stronger and more resilient reality: the vessels of Tikun.

In their construction and functioning, the vessels of Tikun reflect a deeper and more nuanced understanding of the nature of divine Light and how it interacts with the vessels. They have been created to be more flexible and robust, capable of accommodating and channeling divine energy without being overwhelmed by its intensity.

But the vessels of Tikun are not just an upgrade of their predecessors. They represent a new paradigm in the relationship between light and vessels. While in the Tohu phase, the light and the vessels operated in a disordered manner, leading to shattering, in the Tikun phase, a harmonious cooperation between them is achieved. The vessels of Tikun have learned to adapt to the light, to moderate their capacity for containment to adjust to the intensity of divine Light, and to channel it efficiently to prevent overflow.

In this sense, the vessels of Tikun are a manifestation of the adaptability of creation. They bear witness to the fact that creation is not a static process, but a journey of constant learning, a perpetual balance between giving and receiving, containing and releasing. The vessels of Tikun are, in short, the vessels of wisdom, formed by the scars of the past and strengthened by the promise of the future.

- Keli Qlifa, or vessels of impurity, as they are called, play an intriguing and crucial role in Qabalistic cosmogony. Although they might be considered the outcasts in this divine narrative, their function is as vital as that of their holier counterparts.

The Keli Qlifa is not simply a vessel of impurity; it is the dark mirror of creation that reflects the aspects of existence that have strayed from divinity and holiness. These vessels represent the domains and dimensions where divine Light is perceived in a more distorted way, spaces that defy the sacred harmony of the cosmos. In these realms, divinity seems to be veiled, obscured by layers of impurity and disorder.

However, beyond their appearance and disheartening nature, these vessels fulfill a transcendental function in the grand scheme of the cosmos. As paradoxical as it may seem, the vessels of Qlifa are vital for the understanding and appreciation of holiness. They provide the necessary contrast, the darkness against which the light can shine more brightly. It is in the presence of the profane that the sacred can be fully recognized and valued.

Furthermore, the vessels of Qlifa serve as powerful and necessary reminders of the inherent duality in existence, the dynamic tension between holiness and impurity, between light and darkness. Despite their impure nature, these vessels are, in their own way, instruments of divinity, used to teach, test, and ultimately elevate creation towards its perfection.

The vessels of Qlifa underscore a fundamental principle of Qabalah: that divine Light is present everywhere, even in the darkest and farthest places. Although these vessels seem to be far from holiness, they are not completely deprived of divine Light. Within them, no matter how dark or profane it may seem, there is a spark of divinity, a flash of the infinite Light of Ein Sof. And it is in the process of redemption and elevation of these divine sparks, hidden in the deepest places of impurity, where the true task of creation is found.

ケリムという用語は器や容器として翻訳される。しかし、これらの器はそのような物の世俗的な理解を超越していることを明確にすることが重要だ。ケリムは物理的な存在ではなく、形而上学的な構築物だ。それらは概念的であり、霊的な構造であり、現実と知識を形作る枠組みだ。

ケリムの基本的な目的は、エインソフから絶え間なく湧き出るオールとして知られる神聖なエネルギーを含み、顕現し、導くことだ。実際、ケリムがなければ、この無限で限りない神の光は、定義可能なパターンや目的なしにあらゆる方向に散逸してしまうだろう。ここにケリムの本質的な重要性がある。それらは創造のための媒体を提供し、神のエネルギーを導き、形を与える方法を提供し、それによって現実の存在と顕現を可能にする。

ケリムはエインソフの光を含み形作るが、それ自体も神性の顕現だ。それらはエインソフとは別の存在ではなく、エインソフ自身が創造の過程を容易にするために作った道具だ。ケリムを通じて、エインソフは自己反映の行為に従事し、自身の存在の無数の可能性を探求することを可能にする。

創造の宇宙的な舞踊において、ケリムはそれが含む光と同様に重要な役割を果たす。エインソフのエネルギーを含み形作ることで、それらは存在の構造となり、無から空間、時間、現実を切り開き、エインソフの光が多様な形で顕現することを可能にし、それによって私たちが知る宇宙を生み出す。

- ケリ・トフ、その名前はヘブライ語で混沌を意味する言葉に由来し、その出現の瞬間と状況を直接反映している。このトフとして知られる時代は、創造の進化的連続の初期段階の一つであり、すべてがまだ始まりで混沌としていた時期であり、まるで芸術家の最初の一筆を待つ白紙のキャンバスのようだ。

これらの最初のケリム、つまり器は、エインソフから放たれる強烈な光を収めるという重要な目的で生じた。しかし、その使命の高貴さにもかかわらず、ケリ・トフは発達の初期段階にあり、この使命を果たすために必要な抵抗力と成熟度にまだ達していなかった。

その結果は、宇宙に消えない痕跡を残した劇的で超越的な出来事、シェヴィラト・ハケリムだった。この破滅的な出来事で、トフのケリムはエインソフの光の巨大なエネルギーを収めることができず、まるで容器に入りきらない液体を注ぐと溢れ出すように、これらの器は壊れた。

この破壊は単なる物理的な失敗以上のものだった。それは存在の構造における破綻であり、宇宙の調和における亀裂であり、持続的で深遠な結果をもたらした。器に収められていた神聖な光の火花はあらゆる方向に散らばり、宇宙の隅々に散在することになった。

これらの神聖な火花、エインソフの無限の光の断片は、宇宙の広大さの中で失われ、最も暗い場所に隠された。そして、その光は薄れたように見えるかもしれないが、それらを過小評価すべきではない。これらの火花一つ一つが神性の可能性、無限とのつながりの可能性を内に秘めている。これらの神聖の断片こそが、ティクンとして知られる長く困難な修復と是正の過程を経て、最終的に集められ再統合され、創造の大いなるモザイクを完成させるのだ。

- ケリ・ケドゥシャ、つまり聖性の器は、トフのケリムによって引き起こされた以前の大災害への応答と解毒剤として現れる。破壊の経験が宇宙の記憶にまだ鮮明に残る中、創造の過程は進み、過去の失敗から学び適応する。この段階では、ケリムの性質そのものが根本的な変革を遂げ、神聖な光をより効果的かつ安全に扱うことを目的とした新しく改良された器が生まれる。

ケリ・ケドゥシャは、創造の進化における新たな時代を表し、神性の取り扱いにおけるより成熟した洗練された時期だ。これらは精錬された器であり、前任者よりも耐久性が高く柔軟で、強烈な光のエネルギーを壊れることなく収めることができる。これらは聖性の家となり、神聖な光がその輝きを存分に放つ安全で永続的な場所となる。

しかし、これらの器は単なる受動的な容器ではない。それらは創造の行為に積極的に参加し、聖性の保持だけでなくその普及も促進する。神聖な光を吸収し、変換し、世界に放射し、宇宙における聖性の灯台として機能する。

ケドゥシャのケリムの働きは、存在の構造にとって基本的だ。それらはエインソフと有限の現実との間の触媒であり仲介者だ。それらは無限の神聖な光を、創造にとって理解可能で管理可能な形に翻訳し、聖性が現実のあらゆるレベルに広がることを可能にする。

これらのケリムは神聖な空間を形作り、それ自身の構造と能力を通じてそれを聖性で満たし形作る。それぞれがそれぞれの場所でそれぞれの方法で、神性の住まい、広大で多様な宇宙の中の聖なる聖域の構築に貢献する。

したがって、ケリ・ケドゥシャの機能は二重だ。一方では、神聖な光の保護者として機能し、その純粋さを守り、その散逸を防ぐ。他方では、聖性の促進者として機能し、神聖なビジョンである聖性に満ちた世界を現実のものとするために絶え間なく働く。それらは創造における聖性の守護者であり建築家だ。

- ケリ・ティクン、つまり修復の器。宇宙が進化するにつれて、トフの器の破壊後に散らばった神聖な火花を集め、慎重に復元するという宇宙的な収集と再統合の作業が始まる。しかし、修復は単に以前の状態に戻ることを意味するのではなく、より強くより弾力性のある新しい現実、すなわちティクンの器の形成を意味する。

ティクンの器の構築と機能において、神聖な光の性質とそれが器とどのように相互作用するかについてのより深く微妙な理解が反映されている。それらはより柔軟で強固に作られ、神聖なエネルギーをその強度に圧倒されることなく収め導くことができる。

しかし、ティクンの器は単なる前任者のアップグレードではない。それらは光と器の関係における新しいパラダイムを表している。トフの段階では、光と器が無秩序に作用し、破壊をもたらしたが、ティクンの段階では、それらの間に調和のとれた協力が達成される。ティクンの器は光に適応することを学び、神聖な光の強度に合わせて収容能力を調節し、溢れを防ぐためにそれを効率的に導く。

この意味で、ティクンの器は創造の適応性の現れだ。それらは創造が静的なプロセスではなく、絶え間ない学習の旅であり、与えることと受け取ること、収めることと解放することの間の永続的なバランスであることを証明している。ティクンの器は、要するに、過去の傷跡によって形成され、未来の約束によって強化された知恵の器だ。

- ケリ・クリファ、つまり不浄の器と呼ばれるものは、カバラ的宇宙論において興味深く重要な役割を果たす。それらはこの神聖な物語の中での追放者と見なされるかもしれないが、その機能はより聖なる対応物と同様に重要だ。

ケリ・クリファは単なる不浄の器ではなく、神聖さと聖性から離れた存在の側面を反映する創造の暗い鏡だ。これらの器は、神聖な光がより歪んだ形で認識される領域や次元を表しており、宇宙の聖なる調和に挑戦する空間だ。これらの領域では、神性はヴェールに包まれ、不浄と無秩序の層によって覆い隠されているように見える。

しかし、その外見や気落ちさせる性質を超えて、これらの器は宇宙の大いなる計画において超越的な機能を果たしている。一見パラドックスのように思えるが、クリファの器は聖性の理解と評価のために不可欠だ。それらは必要な対照、光がより明るく輝くことができる暗闇を提供する。俗なるものの存在において、聖なるものが完全に認識され評価されることができるのだ。

さらに、クリファの器は存在における固有の二元性、聖性と不浄、光と闇の間の動的な緊張を強調する。これらの器は不浄な性質にもかかわらず、それ自体が神性の道具であり、教え、試し、最終的には創造をその完成へと高めるために用いられる。

クリファの器はカバラの基本原理を強調している：神聖な光は最も暗く最も遠い場所でさえも遍在しているということだ。これらの器は聖性から遠く離れているように見えるかもしれないが、神聖な光を完全に欠いているわけではない。その中には、どんなに暗く俗なるものに見えても、神性の火花、エインソフの無限の光の閃光がある。そして、不浄の最も深い場所に隠されたこれらの神聖な火花の贖いと高揚の過程にこそ、創造の真の使命があるのだ。